Érase una vez dos pueblos enfrentados por unos terrenos, y dos niños,
uno de un pueblo y otro del otro, eran amigos y querían que parase la
guerra. Entonces los niños se fueron de excursión, ellos sólos, sin que
nadie lo supiese, y hablaron sobre sus pueblos, porque querían que todo
fuese bien entre ellos.
Un día los niños les dijeron a los
alcaldes de sus pueblos que querían que parase la guerra y pasó volando
por los pueblos una paloma blanca. Era lo único que se veía en el cielo y
todo el mundo la miró. De repente, el cielo se puso azul, salió el sol,
acabó la guerra y todo el mundo se llevó muy bien. Desde entonces todo
el mundo respeta a la Paloma de la Paz.
ESCRITO POR :
FRANCISCO JOSÉ DUQUE GIL
ALUMNO DE 5º A
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