Érase una vez una paloma que estaba tranquilamente en su nido y de repente empezó a oir voces.Era un hombre que por quereer fastidiar a otro, se llevó la última semilla de livo y él no la necesitaba.Entoces el otro se enfadó, le empezó a insultar y estuvieron discutiendo un buen rato.
Cuando la paloma se cansó de oirles, decidió ir a por dos ramas de olivo y se las llevó.
La paloma les dio una rama a cada uno y cogió la semilla.Ellos se dieron cuenta que era una tontería enfadarse y se disculparonManuel Antonio Rubio Pizarro
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